Recuerdos

¿Alguna vez has tomado una fotografía y tiempo después, al verla, vuelves a sentir lo mismo que sentiste aquella vez que la tomaste? Yo si...

Tengo la loca teoría de que hay formas de capturar los sentimientos en recuerdos; me ha tocado demasiado recordar a través de una fotografía y volver a llorar, a reír, a emocionarme... Me ha tocado y debo decir que amo lo que una simple fotografía puede llegar a provocar en mí. Me gusta pensar que no soy la única, que hay más personas que se identifican con esta pequeña y disparatada locura que he escrito.

Hace poco me tomé la molestia de decorar la pared de mi habitación con algunas de las fotografías que tenía guardadas, la situación era que, al verlas, me sentía fuerte y hoy en día, necesito sentirme así. Los recuerdos que he creado con las personas que se encuentran en esa pared, me dan fortaleza, me gritan que puedo continuar y así lo he hecho. La razón por la que están ahí, es porque tienen un lugar en mi corazón, un lugar que no podrán perder, jamás.

He decorado con fotos porque es la forma más linda que he encontrado de capturar recuerdos; cada vez que veo esas fotografías en la pared, puedo regresar el tiempo a ese preciso momento y puedo volver a sentir las maravillas que sentí aquel día. Ya sea con mi madre, mi mejor amiga o mis nuevas amigas; sea con quien sea, me recuerda un poco de quién soy, me traslado a ese momento y vuelvo a ser feliz, por unos minutos, tal vez ni eso, pero solo unos segundos me bastan para poder sonreír y recordar que merezco ser feliz, que hay personas que me aman y que estoy hecha de recuerdos.

Estamos hechos de recuerdos

-Rebeca García